martes, 10 de febrero de 2015

Vendiendo exclusividad


Se dice que en la Alemania nazi Hitler intento diversificar la comida de sus soldados incluyendo papa en el menú pero como era un producto que no les era común y era difícil hacer que fuera aceptado con facilidad, así que Hitler contrato unos campesinos que cultivaran papa en un terreno exclusivo que solo iría para el, corrió la voz y puso soldados a que cuidaran este campo pero con la orden que no lo cuidaran tan bien, eventualmente la papa se volvió un cultivo de lujo y algunos campesinos se robaron cultivos y los cultivaron ellos mismos y así se popularizo comer papa entre los soldados, cuanto de esto es cierto no lo se, pero es una historia que es por demás interesante y demuestra justo el punto de este articulo, la papa paso de ser algo común a algo deseado con un simple cambio de marca, al posicionarlo como algo exclusivo que no cualquiera podía comer y es que según estudios psicológicos los seres humanos tenemos la tendencia de percibir mejor aquello que creemos exclusivo, limitado o que solo cierto grupo de personas tiene acceso, somos seres que nos gusta pertenecer a clases y sentirnos bien por lo que poseemos.

Un estudio hecho con vino que pretendía probar esta teoría puso a personas en una resonancia magnética y les dio sorbos del mismo vino pero diciendo que unos eran mas caros y la resonancia mostro que a aquellos vinos que la gente creía que era mas caro lo sentían mejor y las partes del cerebro encargadas del placer y la recompensa se iluminaban mas frecuente que aquellos que les decían ser mas baratos a pesar de ser el mismo vino en todos los casos, y es que el ser humano percibe aquello que cree mas caro como mejor, como es el caso de los iPhones, que habiendo productos con mejores cámaras como los Nokias, o mejores diseños, mayor durabilidad y mucha mas memoria, la gente prefiere comprarlos aduciendo que son productos de mayor calidad, y es que esa percepción no viene de el valor o la utilidad del producto si no del placer que nos trae el pertenecer a cierto grupo de personas que se los pueden costear, incluso no perteneciendo, pues muchas veces no analizamos las cosas ni las valoramos por lo que son si no por lo que representan, esto no se limita a cosas por su precio, también solemos apreciar las cosas por la historia que creemos que tienen.

Una historia muy conocida de Göring, el segundo al mando de la Alemania nazi es que durante muchos años anhelo tener una pintura de Vermeer, Hitler tenia varias pero el no, un día adquirió una de Han van Meegeren, cuando los nazis cayeron Meegeren fue arrestado por traición por venderle objetos a los nazis una vez arrestado confeso que no lo había hecho, si no mas bien le había vendida una falsificación hecha por el, lo cual probó pintando otro y fue arrestado solo por un año por falsificación, cuando Göring se entero, según su biógrafo, le cambio la mirada y sintiéndose traicionado lo miro como si por primera vez hubiera visto que existía mal en el mundo, muchos cuadros de Verneer fueron retirados de museos por ser falsificaciones, aun habiendo sido admirados por año habían perdido su valor, pues muchas veces las cosas les damos un valor mas allá de su valor real, nuevamente esperando una historia única, siendo los originales, siendo exclusivos para nosotros, como aquel dibujo de garabatos de nuestro hijo pequeño, sus primeros zapatos, el anillo de compromiso y tantas otras cosas que si perdiéramos no podrían ser reemplazados por algo exactamente igual pues le imprimimos un valor a la exclusividad, a que son únicos en el mundo por ser solo nuestros.

Según estudios la mayoría de personas casadas ven a sus parejas mas guapos de lo que el resto creen, es por eso que la monogamia y la fidelidad son tan importantes para muchos seres humanos, el poder sentir que algo o alguien es solo nuestro, que tiene una exclusividad con nosotros hace que le amemos aun con mas intensidad, esto se puede ver comprobado con la infidelidad, una vez la pareja te es infiel ya no tiene el mismo valor en la relación para ti, puede ser la misma persona, puede amarte como siempre pero ya no es lo mismo, dejando de lado que ya no pueden recuperar la confianza después de que el/ella te traicionara, y es curioso como las personas infieles suelen sentir mas esta ofensa cuando les es hecho a ellos, como podemos vernos a nosotros mismos como que el sexo con alguien que no sientes nada no es la gran cosa y no debería terminar la relación por eso, pero cuando lo pensamos en que sea a nosotros que nos sean infieles de inmediato nuestra posición cambia.

Y es que incluso como sentimos placer o dolor se ve afectado por nuestras creencias, según un estudio hecho con electricidad a unas personas se les dio un choque eléctrico y se les pregunto que tal se sintió varias veces, a un grupo se le dijo que la otra persona solo presionaba un botón y no sabia que les estaba electrocutando y este grupo reporto que el dolor fue disminuyendo con cada choque y al otro grupo se le dijo que la otra persona sabia que le estaba dando un choque eléctrico y este grupo reporto que cada choque se sintió igual de doloroso, y es que el solo hecho de pensar que era a propósito los hacia sentir mas, y es este el valor agregado que a una infidelidad nos hace doler tanto, podemos saber que nuestra pareja tuvo sexo antes y no afectarnos, pero el saber que lo hizo siendo nuestra pareja hace que cobre un sentido muy doloroso.

Lo mismo aplica al dolor a la inversa, muchas veces sacamos placer de el dolor o de situaciones incomodas, solo sabiendo que la otra persona lo hace con buenas intenciones, como es el caso de las cosquillas, de un golpecito en el brazo, muchas veces en el sexo, aunque he de aclarar que en este sentido si se siente dolor algo esta mal y hay maneras de no sentir dolor, muchas veces algunas mujeres sienten placer de ver a su pareja sintiendo placer aunque ellas sientan dolor, este es el caso de el sexo anal en algunos casos que un poco de dolor puede ser placentero para algunas personas e incluso pueden llegar a sentir placer y excitación con el como el caso de S&M

Poniéndolo en pocas palabras, los seres humanos somos snoobs que muchas veces creemos que las cosas son mejores por su apariencia, por el estatus que nos da y perdemos la oportunidad de experimentar otras cosas, de poder tener cosas que serán mas útiles, placenteras o duraderas por dejarnos que nos vendan exclusividad en lugar de ver las cosas por lo que son, por la utilidad real en nuestras vidas y muchas veces perdemos cosas que realmente nos podrían hacer felices o mas productivas por algo que por ser mas caro o prohibido nos termina costando mas de lo que creíamos.

Fuentes:
Los orígenes del Placer - Paul Bloom
La mas grande charla de TED jamás vendida - Morgan Spurlock 

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