martes, 22 de octubre de 2013

De victimas a vividores



Hace poco me entere que una de las organizaciones de la diversidad sexual formo una alianza con cierto ente extranjero, que para sorpresa de nadie estaba interesado en promover los “Derechos Humanos” en este país, en esta nación tercermundista necesitada de héroes que los vengan a salvar, no, es que todos los mesías no han bastado, necesitamos mas, pero mas de los mismos claro, porque cuidado y sobresale alguien en esta cultura del “no hables, no te metas” que nos inculcan nuestros padres y sus padres antes de ellos, probablemente del miedo y la represión que fue la guerra interna en este país, si dije guerra, pues eso es lo que fue, aquí no hubieron santos y mártires, aunque victimas muchas, y de ahí parte el nombre de este articulo, es que hace unos años algunos se levantaron a exigir los derechos de los que su comunidad estaba siendo privada, en este caso fueron los indígenas, pronto se convirtieron en tontos útiles para propósitos “mas grandes”, y empezaron a ser financiados y pronto se creo una guerra en el país de la que muchos no sabían ni porque, pero los reclutaban para pelear en una tonta guerra de ideologías (que guerra no es tonta al final del día), al cabo de esta surgieron organizaciones que venían con el discurso indigenista a exigir por derechos, y luego empezaron a ser financiados por varias organizaciones, entre las cuales se encuentra la misma que mencionaba al inicio, y luego ya no pedían por derechos, si no por privilegios, se oponían a la minería y a la contaminación, pero también a las hidroeléctricas que puedan generar no solo energía no contaminante, si no desarrollo para la comunidad, pero es que ahora el desarrollo no era su prioridad, era parte del discurso claro, pero no parte de sus deseos, su deseo era obtener mas recursos, de esos por los que no tendrían que trabajar ni producir, de los que se podrían dar la gran vida y hasta irse de viajes a balnearios en España, y pronto estas organizaciones no solo se empezaron a reproducir cual plaga, si no que para poderse quitar el poder unas a las otras empezaron a tornarse mas radicales, por no decir terroristas, y nótese que entre terrorista, que usa el terror para conseguir lo que quiere, y extremista, que esta dispuesto a llegar a lo ultimo, hay una diferencia, no muy grande, pero la existe, empezaron a tapar carreteras, quemar llantas y hasta buses, y han llegado al punto de hasta matar cobardemente, organizaciones tras las cuales casi ningún indígena se siente representado ya, pero que no dudan ni un poco para llenarse la boca de que son los representantes de la comunidad, nadie los eligió, pero son los voceros y están ahí para explicarnos el sentir de “los pueblos” y nótese el plural tan común en el discurso izquierdista que mas que con ganas de unir es de hacer obvio que ustedes allá y nosotros acá. ¿Y a que voy con todo esto?, pues lo mismo esta pasando con las organizaciones de la diversidad sexual, al inicio tal vez tenían un propósito y peleaban por conseguir sus derechos y la ansiada “igualdad” (ante la ley)  y digo tal vez no porque dude, si no porque la memoria histórica del guatemalteco esta tan mal que querer recabar información es algo difícil, y es que en el presente es poco lo que se hace por los derechos, ahora hasta salen en la televisión diciendo cuanto no nos interesa el matrimonio, pregunto cuantas encuestas realizaron para llegar a esa conclusión, porque ciertamente yo no respondí ninguna y si quiero tener el derecho de casarme, independientemente de que haga uso o no de el, pero continuando a lo que este articulo concierne, cada vez las organizaciones están mas lejanas entre si, peleándose, por supuesto, por dinero, el dinero que daban para los proyectos contra el VIH/Sida ya no basta para amamantar tanta organización, que cual escuela pasan el listado para mostrar el “impacto” que están teniendo y no es que este en contra de sus proyectos, ciertamente luchar contra este virus es una prioridad y  tener un espacio seguro al cual poder asistir a la semana y sentirse uno mismo, y estar con los de “su tipo” ayuda, en especial en una sociedad hipócritamente conservadora como esta, donde si tienes trasero y en especial si lo mueves para caminar, te gritan algo, hueco o mamasita rica, pero de que te gritan te gritan, pero claro a la hermana y a la madre ni con el pétalo de una rosa, a menos que seas el “hombre de la casa”, en ese caso tratarla como basura, y pégale si quieres que al final de cuentas es solo la sirvienta y la trabajadora sexual, que por cierto no es tan buena y el pobrecito necesita de otras que lo satisfagan, que el pobre incomprendido se mata trabajando y la mujer desagradecida solo lo mortifica, así que ella tiene la culpa de que se vaya de parranda y con las putas (no, no me refiero a las trabajadoras sexuales, si no a esas mujeres fáciles de baja autoestima que toman un hombre de segunda, porque no pueden conseguir uno que las ame), pero regresando al tema, entristece como cada vez las organizaciones se separan mas de ese sueño con el que algunos soñamos a veces, de lograr algún día que todos sean iguales ante la ley y nadie sea discriminado, sin importar las estupideces que crean los demás, y se preocupan mas de quien es el “líder”, la figura publica, el mas famoso, y de como conseguir mas fondos, al punto de venderse a los titiriteros de siempre que su negocio viene de que haya conflictos, así que no nos sorprenda pronto ver a las organizaciones de la diversidad peleando por la minería, crímenes de odio (¿y cual no lo es?), y poco a poco los defensores de los derechos de los humanos dejan de ser victimas que se han levantado y alzado su voz, a simples títeres vividores que se acomodan a una vida de hacer relajos para ganarse su pedazo y destrozar a quien quiera que quiera su puesto.

Es triste pero es la realidad, pero con esperanza y no con malicia, escribo estas líneas, tal vez para hacer catarsis, pero para también para tal vez lograr que retomemos el rumbo y unificados avancemos, cada uno con sus proyectos, pero con una meta en común.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Triste, triste, triste, triste. al menos las organisaciones hacen que algunos jovenes se sientan felices. :)

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