Al parecer los cuentos de hadas con el final: Y vivieron felices para siempre, trastocó nuestra concepción de la felicidad. Y durante siglos hemos vivido con el concepto de cuento de hadas en nuestras cabezas.
A la Felicidad la vemos como una meta que dependerá del logro de un objetivo: el amor de una persona, el éxito económico, etc. La idea de que necesitamos algo para ser felices es el principal obstáculo para alcanzar ese estado. La felicidad depende únicamente de nosotros y no de otra persona, la felicidad es un deber en esta vida, es un estado que debería ser permanente (obvio con sus altas y bajas) y no solamente un estado que se logra cuando se obtiene algo. Cuando la felicidad se convierte en un estado permanente podemos lograr paz y equilibrio dentro nuestro, podemos afrontar mejor las pérdidas, disfrutar mejor nuestros logros y llevar una vida más plena.
La felicidad depende mucho de nosotros mismos, de nuestra crianza, de superar temores…y sobre todo no es una cuestión de suerte, independientemente de las circunstancias que maruqen nuestras vidas, la felicidad es una conquista personal, una manera de afrontar la vida. Y aunque hay mucho también de genética en esto ya que la felicidad como todos nuestros sentimientos son generados por sustancias y descargas electroquímicas en nuestro cerebro, la felicidad es un estado al que todos podemos acceder. Dejemos de lado las trivialidades, y esforzémonos un poco, es un deber!
Hace poco leí una frase, sencilla y tremendamente cierta:
La felicidad no es una meta, es una forma de caminar.
fuente: http://www.amordazame.com/2009/04/27/que-es-la-felicidad/
0 comentarios:
Publicar un comentario